DESPIERTA AL NUEVO HOMBRE

10.04.2010 23:27

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FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN

JESÚS ESTÁ EN TÍ

EL ESPÍRITU DE JESÚS RESUCITADO VIVE EN TI. ¡ALELUYA!

 

 "Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro;

y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera,

y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo:

Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.

Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí;

mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras?

¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo:

Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).

Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre;

mas ve a mis hermanos, y diles:

Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas

de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana,

estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos,

vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado.

Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros.

Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo."

 (Juan 20:11-22)

 

 En este relato de la Resurrección en el Evangelio (que significa BUENA NUEVA) de Juan, se nos dan los dones, los regalos de la Resurrección de Jesús para todos nosotros, creyentes y discípulos de Nuestro Señor, y para todos aquellos que le buscan con sincero corazón y amor.

 En su Resurrección Jesús nos enseña -continúa enseñándonos - y también nos da regalos. Nos enseña a renunciar al apego. Cuando alguien se va de nuestro lado, por la razón que sea, incluida la muerte, la separación nos duele como a María Magdalena. Nos duele no volver a ver a la persona que se va, no "tenerla" con nosotros...

 Ella llora porque se han llevado el cuerpo de su Señor... Cuatro veces en el texto se menciona la palabra llorar... lo que nos indica que su llanto era permanente, de profundo dolor... Aquí está nuestra dimensión humana, que no entiende la separación, que se apega a cuerpos, a personas, (y también a cosas, a situaciones)... Aquí está nuestro hombre carnal, natural, inmaduro en la Fe ( el viejo hombre) que aún no cree en la Promesa de Dios de que en la Eternidad, cuando Resucitemos, volveremos todos a encontrarnos con quienes parten antes que nosotros... Hombre natural que no cree en que Dios puede resucitar en nuestra vida todo aquello que esté muerto: esperanzas, anhelos, sueños... relaciones, salud, etc.

 Y Jesus mismo, resucitado, le pregunta: ¿A quien buscas?... María estaba buscando un cadáver... La vida se presenta de nuevo ante ella, el Maestro, el Señor... Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida... Él nos enseña: "No busquéis entre los muertos al que vive..." "Yo Soy la Resurrección y la vida"...

 Esta semana particularmente, es semana de Resurrección, de Pascua Feliz... Pascua significa " el paso del Señor", así que el Señor Resucitado está pasando por tu vida... ora esta semana porque todo aquello que esté muerto en tu vida, resucite: Tu hogar, tu matrimonio, tus relaciones, tu trabajo, tu vida laboral, tu bienestar, tu salud física, mental y espiritual... y sobre todo, ora porque Jesús Resucitado resucite en tu vida, en tu corazón, para que en su Luz y bajo su Guía, tu vida pueda ser conducida a lugares de bendición, de prosperidad, de gozo y paz en Cristo Jesús. Amén...

 Y además de lo que nos enseña con su Resurrección Gloriosa, Jesús nos bendice con los dones y regalos de su Victoria sobre la muerte: Puedes leer de nuevo el texto del Evangelio, PORQUE JUSTAMENTE ALLÍ, ESTA LA BUENA NUEVA DE LA RESURRECCIÓN: María pasa del llanto al gozo, Quiere abrazarlo, le llama Raboni, con alegría y cariño... y del gozo al testimonio... De acuerdo al mandato de Jesús, corre a "dar a los discípulos las nuevas (evangelio) de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas"

Y aquí están los regalos: Jesús nos dice "subo a mi Padre y a vuestro Padre"... a partir de su Muerte y Gloriosa Resurrección, somos llamados HIJOS DE DIOS... Podemos ir a Dios y hablarle como a nuestro Padre... ABBA PATER ... Aleluya! Gracias Jesús! "YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA, Y NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MI"

Jesús nos otorga el don de SU PAZ. La Paz de Dios es SHALOM, que significa todo completo, nada dañado, todo perfecto... cuando estamos en la Paz de Cristo, por la Gracia de recibirla por la Fe, como la recibieron los apóstoles, por Fe debemos "llamar las cosas que no son como si fueran"(Hebreos 11), y pedirle al Espíritu Santo que nos de la convicciòn de esa PAZ en nuestra vida espiritual, humana y material... Cuando algo nos aqueje, o enfrentemos temor, dolor, enfermedad, necesidad, pidámosle al Señór Jesús el don de Su Paz... Por esto Jesús les dice una vez a sus apóstoles "Paz a vosotros" y les repite: "Paz a vosotros"... para que todos recordemos que Él es el Príncipe de la Paz, que en Él tenemos todo... Oremos: Jesús, dame tu Paz... Amén, Aleluya! ¡Gracias Jesús por tu Victoria en la cruz! ¡Aleluya!

Y por último, Jesús cumple su promesa:

"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;

porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,

y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará;

porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío;

por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber."

(Juan 6:13-15)

 

Cumple su promesa y nos regala el maravilloso, el más grande don: SU ESPÍRITU SANTO... "Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo"

Hermano o Hermana, si eres bautizado y creyente, todos estos regalos son tuyos. Ve a tu cuarto esta semana, cierra la puerta y ora a tu Señor y Salvador. Díle que quieres recibir al Espíritu Santo; pídele que sople sobre ti y que envíe sobre tí al Divino Espíritu: "En los postreros días, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne", (Joel, 2:28) dice la Palabra de Dios... La UNCIÓN está disponible para ti, para mi, para todos, los Hijos de Dios, bautizados y creyentes.

Esta semana - y en todo tiempo - pero esta semana por ser un tiempo en que toda la cristiandad ha estado orando, como los apóstoles en el aposento esperando las noticias de la Resurrección, -aunque atemorizados y aún sin comprender bien las escrituras-... este tiempo es propicio para pedirle al Señor Jesús, como nuestro Salvador, que venga sobre nosotros, sobre nuestras vidas... y sople el Divino Espíritu Santo... Pídele que te unja... Todo Cristiano debería estar pidiéndo esta semana por su Santa Unción... su "porción Santa", por recibir el Espíritu de Jesús Resucitado en Él...

Porque como María Magdalena, todos necesitamos desapegarnos de lo inmanente, de las cosas de este mundo, de lo material... de lo que nos aqueja... y poner nuestros ojos en el Señor Resucitado... todos tenemos necesidades, enfermedad, dolor... todos lloramos porque nos sentimos en algún momento de nuestras vidas solos, sin sentido, en temor, desesperados...

Necesitamos a Jesús... Necesitamos sus dones y regalos, necesitamos al Padre que nos provea, que nos respalde en nuestra vida mortal... que nos sane, que sane nuestras emociones heridas, nuestros hijos, nuestro pasado, nuestros seres queridos, nuestras enfermedades; que sane nuestras finanzas, nuestras profesiones y trabajos...

Necesitamos la Paz de Jesús, la Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento... Necesitamos al Espíritu Santo... el Poder de Dios en nuestras vida... Oremos: VEN SEÑOR JESÚS... Te necesitamos, como María Magdalena... llévanos del llanto al gozo del encuentro contigo... y del gozo, a dar testimonio de tu Presencia en nuestras vidas... a dar testimonio de que cumples tus Promesas... a dar testimonio de que RESUCITASTE PARA QUEDARTE ENTRE NOSOTROS, DENTRO DE NOSOTROS, Y ESTÁS VIVO EN CADA UNO DE NOSOTROS. ¡Amén. Aleluya!

Señor Jesús: Oro por quienes no te buscan, para que te busquen. Oro por quienes no te conocen, para que te conozcan, y oro por quienes no te aman, para que te amen. Bendice a mis hermanos, Señor, con Tu Presencia y Tu Bendición sobre sus vidas, para la Honra y Gloria de Dios Padre. Amén.

Amado Hermano, o Amada Hermana, te deseo felices Pascuas de Resurrección. Que el Señor Jesús Resucitado se quede reinando por siempre en tu corazón y en tu vida. Amén.    

ORAMOS POR TI. DIOS TE BENDIGA ABUNDANTEMENTE.

 "Despierta... y decídete por una vida mejor"

 

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